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Nuestro Bagdad

Buena parte de los titulares de noticias tienen como escenario a la ciudad Opa locka: asesinato a cashier de Seven Eleven, violencia doméstica, asaltos a mano armada en ATM’s. No pocas veces las estadísticas de cierre de año han indicado que su índice de crimen es el más alto en todo el país. Y si consideramos que se encuentra al borde de la bancarrota, el panorama es desalentador…

El ferrocarril de Flagler ubicó al sur de la Florida en el mapa de Estados Unidos, en 1912. Hasta entonces, solo territorios del norte como Gainsville, St. Augustine, Jacksonville y Tampa, eran los referents. Con este surgimiento, años más tarde, en 1925, llegó el primer gran boom inmobiliario que convirtió a Miami en un foco interesante para inversionistas como Glenn Curtiss, George Merrick, James Bright. Ellos impulsaron el desarrollo de las ciudades de Coral Gables, Hialeah y Country Club Estates (hoy Miami Springs).

Pionero y padre de la aviación, Glenn Curtiss (New York, 1878 – 1930), cuenta en su valioso legado, entre otras cosas, con el diseño y manufactura de los aviones para el ejército aliado en la Primera guerra mundial. Fue tan próspera su trayectoria que a los cuarenta y un años se retiró y se trasladó a Miami, en busca de una vida sosegada. Allí compró hectáreas de tierra inhóspita en un territorio conocido como Opatishawockalocka, al límite de Hialeah, donde construyó un rancho y fijó residencia. Si bien estaba retirado, Curtiss, joven y ambicioso, optó por sumarse al desarrollo urbano de Miami, edificando en sus tierras. Pero él quería una gran ciudad, no podía emular los estilos mediterráneos o de villas españolas que ya caracterizaban a las otras. Tras deliberar entre distintas propuestas y el riesgo que implicaba la inversión, fue en 1925 cuando decidió sacar adelante una ciudad inspirada en el libro de las Mil y una noches, un concepto árabe, novedoso, único en el sur de la Florida, que se llamaría Opa locka.

La obra empezó en 1926, liderada por el prestigioso arquitecto Bernhardt E. Muller, con las oficinas del City Hall y algunos edificios residenciales. Los primeros pasos fueron un suceso: el City Hall era una réplica de una mezquita árabe y los acabados de las otras piezas parecían salidas de un cuento, tal como lo había imaginado Curtiss. Pero la algarabía duró pocos meses: uno de los huracanes más potentes de la historia destrozó las estructuras y lo poco que se había terminado. La consecuencia fue una gran crisis en el Real Estate y el desaliento de muchos de los que apoyaban la empresa. Curtiss pasó la página rápido, no se dejó doblegar: restauró lo que valía la pena y levantó nuevos y mejores proyectos. No hubo socialite o aristócrata en el país que no estuviera interesado en esa mágica ciudad árabe que se levantaba en Miami. El sueño de Curtiss empezaba a vislumbrarse como real, su ciudad no era una de las más hermosas, sino la más impresionante.

La inauguración formal de Opa locka se llevó a cabo el sábado 8 de enero de 1927, con la llegada del Orange Blossom, el ferrocarril más exclusivo del país, que salía desde New York solo durante el invierno. La fiesta de recibimento fue un carnaval árabesco, cuyo invitado de honor fue el actor Jhonny Weissmuller (Tarzán). El City Hall no estuvo terminado para la fecha, se acabó poco después, lo mismo algunos hoteles, plazas y viviendas.

Algo, sin embargo, frenaba el proyecto de Curtiss y eran las secuelas de la crisis, pues por más esfuerzo y dinero que invertía, Opa locka no lograba valorizarse como él esperaba. Dos o tres años luchó hasta que perdió la batalla, y sumido en una gran depresión murió en 1930, y con él se enterró su Dream of Araby.

Son contadas las estructuras árabes que se conservan hoy en Opa locka, el City Hall es una de ellas. También en ciertas casas permanecen vestigios de cúpulas y arcos. Y, aunque cada vez son menos, en uno que otro de los cartelitos verdes que cuelgan de los postes dice Sesame Street, Alibaba Boulevard o Sultan Avenue.