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Buena parte de mi producción literaria tiene que ver con la ciudad y de ella recibe su inspiración directa. Sí, me considero un escritor de Miami. Entrevista con el escritor Andrés Hernandez Alende

Pedro Medina

Miami es una ciudad de excesos y violencia.  Ambas cosas, si se juntan, pueden dar pie a una literatura de crímenes, policías, suspenso y detectives. Este género literario, aunque muchos no lo sepan, es la literatura de cabecera de nuestra ciudad. Aquí, pues, desde los años sesenta hasta hoy, los autores «Anglo» han tomado a Miami como escenario para grandes novelas de ese registro.

Ahora que la población latina en Miami está consolidada, empieza a surgir una producción literaria en nuestro idioma, autóctona, con las mismas características – crímenes, policías, suspenso y detectives- que aquella escrita en inglés. Y es que  Miami, tras su mar turquesa y sus palmeras, sus bikinis y su arena blanca, encierra una personalidad oscura, donde habita el lumpen en cada esquina. Andrés Hernandez Alende es uno de los autores que ha representado ese Miami con su novela «El ocaso», un «Hard Boiled Miamero» que llegó a colocarse entre las obras finalistas del premio literario Contacto Latino. Conversamos con Andrés hace poco, en un Starbucks, y acá compartimos esa interesante charla

alende1. ¿Te consideras un escritor de Miami? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?

  Nací en La Habana, Cuba, pero vivo en Miami desde hace exactamente 25 años. Un cuarto de siglo residiendo en una ciudad es bastante tiempo para que uno se sienta parte de ella, perteneciente a ella, prácticamente como si uno hubiera nacido aquí.

Vine a Miami en 1988, contratado por el diario El Nuevo Herald. Yo había estado antes en Miami, de vacaciones, pero apenas conocía la ciudad. Ni siquiera tenía planes de establecerme permanentemente en Miami, pero me enamoré de la ciudad y aquí me quedé. He vivido en la Pequeña Habana, en Miami Beach, en los suburbios del oeste. Conozco Miami bastante bien, su imagen turística, frívola, playera, la que ven los visitantes, y también lo que bulle debajo de esa imagen, la vida cotidiana, que para muchos es dura, las desigualdades, el afán por sobrevivir… Buena parte de mi producción literaria tiene que ver con la ciudad y de ella recibe su inspiración directa. Sí, me considero un escritor de Miami.

2. Tienes muchos años viviendo en Miami. Hoy, es evidente que la ciudad está dando un vuelco enorme en lo cultural, está evolucionando mucho. ¿Desde cuándo empezaste a percibir ese cambio? ¿A qué crees que se deba el cambio?

 Antes algunas personas decían que Miami era un desierto cultural. Una impresión falsa, desde luego. De todos modos, a principios de los años 80 Miami todavía era más que nada una ciudad playera, a donde venían los turistas del norte en el invierno, y muchos hoteles de la playa cerraban en los meses de verano. No había la actividad turística, económica y cultural que vemos hoy. Pero ese panorama ya estaba cambiando por diversos factores, entre ellos la llegada de los cubanos en el éxodo del Mariel y luego otras inmigraciones de Centroamérica y de Sudamérica, que trajeron nuevas formas de asomarse a la cultura, nuevas inquietudes intelectuales y también trajeron a sus escritores, a sus músicos, a sus artistas. Surgieron o cobraron auge publicaciones literarias, peñas, concursos, eventos auspiciados por instituciones locales, e incluso grandes editoriales del mundo literario en español pusieron tienda en Miami, atraídas por el apogeo cultural.

3. Acabas de publicar la novela el Ocaso, la cuál fue, además, finalista del premio literario Contacto Latino, pero esta no es tu primera obra. Cuéntanos, por favor, un poco tu trayectoria literaria.

 He escrito varias novelas y cuentos, además de la columna sobre temas políticos y sociales que escribí durante muchos años en El Nuevo Herald y que ahora solo publico esporádicamente, aunque pienso volver a la carga con más regularidad. Dejé de escribir la columna semanalmente para dedicar más tiempo a escribir novelas.

Antes de El Ocaso publiqué en versión digital El paraíso tenía un precio, que es también una novela sobre Miami, protagonizada por una joven pareja cubana que se va de la isla en una balsa y después de una azarosa travesía y de una estancia en la base de Guantánamo, por fin llegan a Miami. Aquí descubren que el logro de las ambiciones tiene un precio y caen en una red de narcotráfico, crímenes y sexo de la cual no es fácil salir.

Escribí también la novela De un solo tajo, cuya acción se desarrolla en Cuba. Es sobre un joven oficial bisoño del ejército cubano que debe ir a un rincón perdido en el centro de la isla para llevar a La Habana al jefe de un campamento de reclutas que ha enloquecido y se ha convertido en una especie de señor feudal cruel y corrupto que aterroriza la comarca.

4. Si bien tu novela el Ocaso se define como una obra de género negro, el gran personaje de la historia es la ciudad de Miami. Hay mucho énfasis en “contar” la ciudad, en describirla. ¿Qué nos puedes decir al respecto?

 Miami me cautivó desde la primera vez que vine. Fue un caso de amor a primera vista. Al conocer mejor la ciudad, me pareció fascinante describir los distintos modos de vida de su gente, los que viven en los suburbios, los que viven en la playa, los corruptos, los marginados, los que se ganan el pan en una batalla diaria, los que han rodado por la cuesta del crimen. Todas esas historias con la vista del mar y el paisaje del trópico como fondo inspiran una expresión literaria.

Siempre pensé que Miami debe contar con su literatura propia, ser una gran fuente de inspiración y a la vez el personaje de muchas obras, como lo son Nueva York, París, otras grandes ciudades. Si El Ocaso –y mi otra novela sobre Miami, El paraíso tenía un precio– son un grano de arena en ese empeño, me sentiré honrado.

5. ¿Por qué decidiste escribir una novela policial ambientada en Miami? 

En los años 90, el repentino auge de Miami al convertirse en una metrópolis de renombre mundial tuvo un precio: residentes desplazados de sus edificios junto al mar, que de pronto se hicieron incosteables para ellos; un alza general del costo de la vida; la marginación de grandes sectores sociales; un apogeo de los delitos de cuello blanco; un cambio en el modus operandi del narcotráfico, una situación que se mantiene hasta hoy. La novela policial es un género idóneo para narrar las aventuras y los conflictos de personajes de Miami que se mueven en ese ambiente crepuscular. Creo que la ciudad tiene todos los elementos para la creación de una literatura del género negro, al estilo de Chandler y Hammett, por ejemplo.

6. Cómo surge Fernando Estrada, detective privado, personaje central de el Ocaso. ¿Qué  o quién lo inspiró? ¿Qué fue lo más complejo en la construcción de este personaje?

  Yo quería escribir una novela que retratara la vida en Miami y su lado oscuro, el del crimen, la corrupción y las desigualdades sociales. Al concebir al protagonista, me di cuenta de que tenía que ser alguien que conociera bien ese ambiente de bajo mundo y al mismo tiempo estuviera endurecido por los males de la ciudad y decidido a combatirlos, un hombre que anda por esas calles sórdidas, pero que no tiene nada de sórdido, como el detective que describe Chandler en su ensayo El sencillo arte de matar. El detective privado surgió entonces como la opción ideal para crear al protagonista de El Ocaso. No fue complejo crearlo. Eso sí: debía ser un hombre de Miami. Por eso Fernando Estrada nace en Cuba pero emigra a los Estados Unidos muy pequeño y se cría en Miami. No se ve como un emigrante, sino como alguien de la ciudad, un hombre que se mueve con soltura en Miami.

7. ¿Cuál es tu opinión acerca del panorama literario en español en los Estados Unidos? ¿Algún autor particular que te guste?

 El panorama literario en español en los Estados Unidos se ha enriquecido enormemente en los últimos años con el aporte de la inmigración. Y hay un fenómeno nuevo: hay más autores hispanos escribiendo y publicando en español en los Estados Unidos y sobre temas propios de los Estados Unidos, a diferencia de lo que pasaba antes, cuando un gran número de autores hispanos escribían en inglés. Hay muchos escritores excelentes en el mundo literario en español de los Estados Unidos de hoy, como Daína Chaviano, Enrique Quiñónez, Jorge Majfud, Teresa Dovalpage, Pedro Medina, Ani Palacios, Fernando Villaverde. También están Alejandro Armengol, que hace unos años escribió un magnífico libro de cuentos titulado Miamenses y más, y Carlos Victoria, a quien perdimos prematuramente pero que dejó una formidable obra literaria, gran parte de la cual se desarrolla en Miami, como la novela Un puente en la oscuridad, que se tradujo al inglés. Las editoriales tradicionales y las librerías deberían fijarse un poco más en esta realidad de la literatura en español en Norteamérica, que no va a hacer otra cosa que ir en aumento debido a un fenómeno demográfico: el crecimiento constante de la población hispana de los Estados Unidos.

8. ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto literario?

Tengo varias novelas en mente y algunas ya las he empezado. Actualmente estoy incursionando en el terreno de la fantasía mitológica con una novela titulada La espada macedonia, en la cual el protagonista, un millonario excéntrico y misterioso, debe ir a Irak, durante la ocupación norteamericana, a rescatar la espada con la que Alejandro Magno cortó el nudo gordiano. Tengo otra que gira en torno a una rebelión de los desposeídos y los desesperados en Miami, con una onda futurista, de distopía, y que está inspirada en un sueño que tuve en mi infancia. Y también creo que el detective Fernando Estrada regresa en un nuevo caso que posiblemente lo lleve a La Habana. Ya buscaré el tiempo para llevar estas ideas al papel y al Kindle.

Biografía del autor:

Andrés Hernández Alende es un escritor y periodista nacido en La Habana, Cuba, en 1953. Actualmente vive en Miami, Florida, donde trabaja como editor de las páginas de opinión del diario El Nuevo Herald, después de residir por varios años en Madrid, España, y Nueva York. Hernández Alende ha escrito varias novelas en español, entre ellas El Ocaso, finalista en el Concurso de Novela de Contacto Latino 2013, sobre un detective privado que investiga el asesinato de la misteriosa amante de un magnate en Miami, publicada en papel y en versión digital para Kindle en Amazon. También ha publicado El Paraíso Tenía un Precio (en Amazon.com como un libro electrónico para Kindle) y De Un Solo Tajo (publicada en e-libro.net también como un libro electrónico). Escribió un ensayo, Guaguasí: Los Símbolos del Delirio, con el autor cubano Jorge Ronet, publicado en papel por Ediciones Universal y a la venta en Amazon.com. Hernández Alende disfruta leer y escribir, y también viajar. Actualmente está escribiendo dos novelas: La Espada Macedonia (una novela mítica cuya acción se desarrolla en Irak durante la ocupación norteamericana) y La Boca del Infierno, una historia sobre vampiros en Nicaragua.