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Museo de Vizcaya: patrimonio histórico

En estos días Miami está cumpliendo ciento quince años de fundada. Es poco probable que una ciudad tan joven tenga mucho patrimonio histórico. Hablar de ellos quizá nos lleve a pensar en la tienda de Payless Shoe más antigua, en el primer Mc. Donalds que se construyó, o en el mall más grande. Sin embargo algunas cosas —pocas, es cierto—, poco a poco, vienen ya formando lo que posiblemente constituirá el futuro patrimonio.

Es el caso del Museo de Vizcaya: una vieja casona renacentista ubicada en el corazón de la ciudad. En 1914, el empresario James Deering mandó a construir Vizcaya cuando Miami tenía apenas diez mil habitantes —de los cuales más de mil fueron empleados en su construcción—. Con el propósito de establecer en ella su refugio de invierno, Deering diseñó una mansión al estilo renacentista europeo. Entonces, acompañado del pintor neoyorquino Paul Chalfin, viajó por Italia, Francia y España para asimilar las principales influencias—arquitectónicas y de diseño— y adquirir objetos, muebles y adornos de la época. Así, encontraremos pasillos, escaleras, y ambientes decorados con columnas, arcos, figuras esculpidas en piedra, paredes alfombradas, y treinta y cuatro habitaciones amobladas siguiendo esa misma línea.

El encanto de la vieja casona no se limita a los interiores: el paisaje que la rodea también es muy atractivo. Frente al salón principal, de inmensos ventanales, se puede observar el océano calmo de la bahía de Biscayne, desde donde se respira la brisa marina. Además, Vizcaya está rodeada de extensos jardines de estilo francés, en menor escala claro, pero siguiendo la tendencia de jardines como los de Luxemburgo o de Versalles: arbustos recortados artísticamente, fuentes de agua y cascadas.

Son pocos los monumentos históricos que ofrece Miami, y Vizcaya es uno de ellos. Quizá cuando la ciudad cumpla quinientos quince años en lugar de ciento quince, los imponentes  edificios que se levantan hoy en Brickell o al borde del litoral de South Beach sean objetos históricos, como lo son hoy el Palacio Real o el Escorial en España, y el Palacio de Versalles en Francia, grandes edificaciones que, al fin y al cabo, al igual que los grandes edificios de Miami, en su momento fueron manifestaciones exteriores de riqueza y poder.

Vizcaya deberia ser un paso obligado para cualquier turista y, definitivamente, un valioso aporte cultural que todo habitante de Miami debe conocer.

Si quieres visitar el museo da click aquí:

http://www.vizcayamuseum.org/plan-general_spanish.asp